Los Barrios cerrados proveen seguridad, actividades deportivas, recreativas y sociales son los items que más busca la gente.
Si existe un ranking de los servicios más valorados en los proyectos de barrios cerrados, sin dudas la seguridad lo encabeza. Garitas fijas en los accesos (donde se registra y controla a toda persona que ingresa y egresa del lugar), puestos en los principales puntos perimetrales, personal a pie y en vehículos que circulan por las calles internas y monitoreo permanente por cámaras son parte del kit básico.
“Se vive como cuando éramos chicos. Las puertas no se cierran, los niños andan en bicicleta por la calle y se lavan los autos en el frente de las casas sabiendo que no va a pasar nada. La seguridad y la tranquilidad son las mayores ventajas, lo que repercute obviamente en la calidad de vida”, confirma Ignacio O´Keefe, director de la inmobiliaria que lleva su apellido.
Este valor es especialmente apreciado por quienes tienen hijos menores de edad dado que “al vivir en este tipo de barrios uno se asegura que los chicos puedan ir a la casa de sus amigos con total libertad y por sus propios medios”, destaca Patricio Lanusse, director de Relaciones Institucionales de Eidico.
A partir de la aparición del COVID-19, residir en entornos con amplios espacios verdes naturales y áreas recreativas al aire libre se consolida también entre los principales motivadores. La gente busca “huir” del cemento y esmog de las metrópolis.
Según explica Flavia Santillán, gerente de Marketing de Grupo Haras del Sur, cuando la compañía proyectó los masterplan de sus emprendimientos “fue muy exigente para que el entorno y las situaciones paisajísticas conformen un todo sustentable con las futuras construcciones y su funcionamiento”.
Por ello, sostienen, todas sus redes son subterráneas, construyeron plantas de tratamiento de efluentes y plantaron gran cantidad de árboles de distintas especies. “Somos conscientes que construimos verdaderas ciudades y por eso respetamos la naturaleza y, muy especialmente, a quienes disfruten de ella”, agrega.
Otro de los beneficios es que, en general, gran parte de las actividades deportivas, recreativas y sociales están resueltas dentro del mismo complejo. “La vida dentro del barrio pasa a ser gran parte de tu día a día. Se forma una comunidad con la que se comparte un estilo de vida más natural y descontracturado”, describe O´Keefe.
Es por ello que -al momento de elegir dónde instalarse- hay que evaluar si las propuestas incluidas serán de su interés y provecho. Algunos desarrollos cuentan con hípico y canchas de golf, polo, fútbol, básquet y tenis, además de piscinas, entre otras instalaciones. Asimismo, se dictan clases y talleres diversos, se organizan shows y encuentros culturales.
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