Grupo Haras del Sur cuenta con más de 1.700 propietarios repartidos en 550 hectáreas. Para 2019, estiman una inversión de US$ 4,5 millones en la inauguración de locales, oficinas, un supermercado y un colegio bilingüe para la comunidad.

Agustín Freccero, CEO y presidente del Grupo Haras del Sur, comenzó su proyecto inmobiliario casi de casualidad. Hoy en día, el grupo posee cinco countries en diferentes estados de consolidación, que ocupan un total de 550 hectáreas y están ubicados en lo que llaman como ‘Zona Haras del Sur’, entre los kilómetros 69 y 73 de la Autovía 2. El proyecto nació en 1997 como una chacra de fin de semana de uso exclusivo de la familia, según revela el desarrollador en diálogo con Multitaskers, el sitio de American Express para las Pymes.

“Por ese tiempo, ejercía de contador público y consultor, con algunas incursiones en la actividad de la construcción para terceros en zona norte. Al muy poco tiempo de haberla adquirido, el titular de una importante inmobiliaria me indujo a pensar en un desarrollo inmobiliario, algo que no estaba en mis planes”, se sincera.

El nombre del grupo tiene que ver con la pasión que sus tres hijos tienen por los caballos. Haras del Sur nació y se mantiene como una empresa estrictamente familiar, tanto en su composición accionaria como en su dirección ejecutiva: “Trabajan conmigo tres de mis cuatro hijos y dos nueras. Todos en distintas áreas para mantener la armonía en los asados del fin de semana”, cuenta entre bromas el empresario.

La evolución del proyecto
La inversión inicial fue la chacra y algunos ahorros familiares. Haras del Sur I, aunque algo aletargado por el efecto 2001, fue un éxito inmobiliario. Esto permitió, ya en 2007, crear Haras del Sur II, rápidamente comercializado. Esto demostraba que aún persistía una demanda insatisfecha. De esta manera, tomaron la decisión de adquirir un campo cercano de 220 hectáreas y lanzar Haras III.

Freccero reconoce que “éste fue un importante desafío, ya que duplicaba la cantidad de hectáreas y de lotes desarrollados hasta ese momento” y afirma que tuvo una aceptación muy superior a lo esperado. Sin embargo, era el único emprendimiento que no tenía ingreso directo desde la ruta. Por ese motivo, en el año 2015, el grupo decidió adquirir el campo que separaba al tercer barrio de la Autovía 2: 100 hectáreas que hoy conforman Haras IV y V.

Además, el CEO reconoce que el grupo también fue incorporando algunos productos que el mercado fue demandando. Así, nacieron los primeros condominios en Haras I, lo mismo se reprodujo en Haras II y, actualmente, están comercializando los primeros edificios de departamentos en Haras III. Por otro lado, el “Corredor de la Ruta 2”, una ubicación muy estratégica en muchos aspectos, carecía de dos servicios esenciales: colegio y área comercial.

En torno a esto, Agustín profundizó: “Luego de que algunos proyectos de la competencia no se concretaran, decidimos encararlos nosotros y ya están en plena ejecución: Haras Sur College, que comenzará su ciclo lectivo en 2019 y el ‘Paseo Comercial Haras’, con locales, oficinas y consultorios”. Ambos amenities son abiertos al público de la zona.

Las claves del éxito

El empresario entiende que, uno de los aspectos que motorizó el proyecto, fue el deseo que parte de la sociedad conserva por conseguir una vida alejada de la vorágine de los distintos conglomerados y, fundamentalmente, contar con seguridad y atención médica adecuada. “Nos propusimos atender especialmente estos aspectos. Construimos un destacamento policial sobre la autovía, dentro de Haras IV. En cuanto a salud, contamos con un servicio interno de ambulancias de alta complejidad las 24 horas, todos los días del año”, afirma el presidente del grupo. Por otro lado, los proyectos cuentan también con infraestructura ligada al ocio y esparcimiento, claves también a la hora de elegir Haras del Sur: dos spas, piscinas, canchas para la práctica de los distintos deportes, tres restaurantes y otros servicios.

En otro orden, el contador destaca que ser una empresa “integrada” fue uno de los factores que permitió el éxito. La empresa desarrolla la infraestructura de los barrios con sus propias maquinarias y equipos, la gerencia de marketing elabora los planes y, por último, la gerencia comercial, con vendedores propios, comercializa todos los productos. Además, cuentan con unos 200 empleados, dentro de los que se destacan 19 arquitectos, 10 contadores, un ingeniero, un abogado y varios licenciados; todos en relación de dependencia de las distintas sociedades que conforman el grupo.

“Estamos convencidos que la clave del éxito fue crecer sobre bases sólidas, con reinversión del 100% de los excedentes financieros en el mismo proyecto y, fundamentalmente, contar con el asesoramiento específico y adecuado cuando fue necesario”, remata el emprendedor.

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