Los barrios tradicionales se emplazaron en parte de la estancia de la familia Pereyra Iraola. El alto grado de crecimiento que experimentó el eje sudeste en relación con las propuestas de clubes de campo, chacras y barrios cerrados se debe al fuerte impulso de la autopista.
Como beneficio acercó en términos de tiempo a todas estas urbanizaciones, tanto a la Capital como a La Plata y ciudades de la costa atlántica.